miércoles, 28 de diciembre de 2011

Lucien Freud: La pintura del cuerpo y el cuerpo de la pintura.


Quiero que mi pintura funcione como carne. Para mí, la pintura es la persona. Que ejerce sobre mí mismo un idéntico efecto que la carne."

En la historia de la pintura podríamos trazar un mapa donde la percepción visual trasciende desde el arte primitivo, hasta las manifestaciones del arte moderno de hoy en día. Presente en todo orden de cosas el equilibrio otorga un pilar fundamental de cómo se observa de forma visual o de apariencia ilusoria, los cuales desarrollan un lenguaje coherente con el mundo.

Desde que el cuerpo humano ha sido objeto de estudio y ha sido usado como expresión para los artistas, ese continuo redescubrimiento se ha visto a través de diferentes prácticas y representaciones, desde la belleza seductora, su carnalidad entre otras. Hoy en día el cuerpo se ha convertido en una pieza fundamental para plasmar convencionalismos tales como la sexualidad y la violencia por ejemplo, intensificando emociones en producciones artísticas que a través del cuerpo humano trasciende de sus límites, provocando una expansión en la imaginación  a través de nuevas etapas artísticas contemporáneas.

Es así como Lucien Freud  intenta llegar mas allá de lo visible, algo que no deja de ser comprensible, ya que por medio de su lenguaje plástico empuja a las personas a reconocerse para que estas se puedan convertir en sí mismas, y a través de la desnudez aclara y pone a la luz los sentidos, la cual sirve como vía de revelación representando la propia escancia humana, donde la piel se presenta como un lienzo, como un todo multiemocional. Para Freud la pintura es la persona, donde reside un misterio en la creación artística, capaz de develar la asombrosa profundidad humana del ser caracterizándolo a través de la pintura.

Freud no trabaja con cuerpos bellos, sino que se emite a trabajar con cuerpos que sean inquietantes y perturbadores, que hacen pensar en el ser humano como un cumulo de carne que se pliega mas allá de lo visible, destacando por ejemplo que “sus retratos sean de la gente y no que se parezcan a la gente, que no tenga aires de modelo, sino que sea la modelo, funcionando tal cual como la carne del ser humano funciona”.

Es bajo esta concepción  que el artista pretende usar su medio pictórico para representar el cuerpo humano, contribuyendo a ver la figura humana en sus pinturas como la realidad misma del cuerpo sin darles significados anexos, sino mostrándolo tal como es, de tal manera que la pintura hable por sí sola, buscando siempre la manera de mostrar la realidad del cuerpo en un espacio determinado, proponiendo una nueva estética del arte contemporáneo.

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